martes, 28 de junio de 2011

Um abraço no Kata







¡Si es que así da gusto!

Da gusto ir por la vida encontrándose a personas como tú, Kata, personas de corazón hermoso, generoso, alegre, con quien compartir y vivir una sensibilidad; en nuestro caso, la música.

Te nació así, sin más, en una noche de mayo y, con tu bondadoso permiso, la hemos mimado durante ese mes y el siguiente.

Y así, sin más...




Un abrazo para Kata
Un beso para Mar


sábado, 18 de junio de 2011

Saldré a la calle





Mañana, 19 de junio, saldré nuevamente a la calle para protestar por la penosa situación política y económica que nos están haciendo vivir una minoría compuesta por los políticos corruptos, los empresarios explotadores, los banqueros saqueadores y los sindicatos falderos de todos estos.

Sí, somos muchas las personas, esas a las que los medios oficiales de información nos han puesto la etiqueta de “indignados”. Pero ciertamente, cómo no vamos a estar indignados!

Bueno, si te informas por esos medios oficiales de información sin un pensamiento crítico es natural que vivas dormido en la inopia de que sí, la cosa está muy mal, pero qué le vamos, ya se resolverá, habrá que sufrir un poco, sí…

Pero si te informas por los muchísimos otros medios de información (prensa independiente –o casi-, redes sociales, blogs, boca a boca, tus vecinos, tus amigos, tu familia, tú mismo), sí, la cosa está muy mal, pero tiene un origen malévolamente intencionado; qué le vamos a hacer, pero algo hay que hacer, y podemos; se resolverá, pero por nosotros, no por los causantes (por supuesto); habrá que sufrir un poco… pero ¿es que no ves que ese vecino, ese amigo, ese familiar y esos otros tantos que no conoces están sufriendo verdaderamente?

¿No crees que con los problemas naturales de la vida, las enfermedades, las catástrofes naturales y las desgracias personales tenemos ya demasiados momentos durante nuestra vida en los que sufrimos?

Entonces ¿por qué permitir que unos pocos nos dificulten artificialmente aún más nuestro día a día?

La gran mayoría de las personas “trabajamos” por trabajar, por mejorar las condiciones de nosotros mismos y de los demás, es decir, de la sociedad, colaboramos para suavizar y superar el sufrimiento que a cada cual nos toca padecer durante nuestro existir. ¿Por qué permitimos que unos pocos nos tiren a una crisis que han creado por su propio provecho? El dinero y los recursos no han desaparecido con la crisis, simplemente están en manos de esos pocos.

Es como sí, imagínate, vivieras en un piso de estudiantes: uno no tiene trabajo a pesar de buscarlo con ahínco; otro tiene trabajo, pero tiene que trabajar hasta la extenuación; otro crea su propio trabajo pero tiene que superar con demasiado esfuerzo todos los obstáculos que esa opción conlleva; otro padece una grave enfermedad, para lo que necesita la ayuda de sus compañeros, otros… cualquier situación que se te ocurra; y uno de ellos fuera designado para administrar la economía y la organización del piso, y este uno administrara, abusando de ese poder, y organizara, sin autoridad, para su propio provecho hasta el punto de meter en verdaderos problemas económicos y organizativos a los demás y, además, traspasarle la responsabilidad de resolverlos a ellos. ¿Qué harían?

En este piso de estudiantes todos conocerían la situación, sería muy raro que alguno no fuera consciente de la tempestad en la que está metida ese barco.

Pero en una sociedad de cuarenta millones de personas sí se da la situación en buena parte de ella de que no se sea consciente de que el barco se está hundiendo. Y todo ello gracias a los elaboradísimos mecanismos de desinformación del que “administra el piso” para mantener su estatus.

Los que somos conscientes queremos concienciar a los dormidos, a los “felizmente” cegados, a los manipulados que ayudan a mantener esta situación.

A todos los que se están ahogando como nosotros.


Por todo esto, mañana saldré a la calle a protestar, para expandir la conciencia de que todos navegamos en el mismo barco, por el mismo mar.





se creen dioses

 
Sin perdón dormid
Josele Santiago
 
Disciplinaos los unos a los otros.
Aprended.
Devoraos y esconded bien los excrementos.
Detestad vuestro olor.
 
Organizaos.
Exclusivizad vuestro amor.
Destrozaos.
Pelead en mi honor.
Adorad el horror.
 
Construid más espejos. Indignaos.
Después soñad, si podéis, que sois iguales.
Derrochad el vino. Porfiad.
¡No me pierdo una fiesta!
 
Fortaleceos.
Posponed vuestros sueños y acostaos.
Sin perdón dormid.
Yo os ordeno el tiempo.
 
Apreciad el dolor,
saboread lo único que tenéis.
Mi mejor regalo.
Mi única ley.
Llamadla vuestra.
 
Llamadla vuestra.

martes, 7 de junio de 2011