Que no vean las estrellas
Que cada mañana olviden su sueño
Que la tierra les quede muy lejos,
no más que a los que amar
Que no vean
las estrellas
Que vean el
amanecer en el atasco
Que la
historia se les repita
Que su
salud les hagamos rogar
Que se droguen, fácil, se droguen
Que deseen su vida en su sofá
Que crean en lo que quieran para la vida en vida
sobrellevar
Que se la
jueguen para aparcar
Que se
joroben caminando, baches y basuras esquivando
Que no lleguen
al que reclamar
Que paguen la poli que les pega
Que se denuncien y condenen
Que maten por una migaja
Que se esculpa en el diccionario la impunidad
Que las ambulancias suenen a rutina
y ni se pregunten qué le pasará
Que sus almas mueran empedradas
Que crean que van a triunfar
Que griten griten griten griten
Que se lamenten en sus muros y cuanto más alto, más altos
Que novelen nuestros crímenes
Que hagan cosas como ésta, nada más
Que se acobarden
Que se retiren
Que con sus problemas ya tengan bastante
Que vivan en la vida de los demás
Que sin su pastor no sepan hablar
Que les quede poco tiempo de vida,
muy poco tiempo de vida, al día
Que suene
el río seco
Que pierdan
locura en la sumisión
Que
aguanten más allá del viernes
Y mucho
circo, pero que les falte el pan